Una startup de Córdoba Biotech investiga el uso de residuos de bellota para crear materiales de construcción

Una startup de Córdoba Biotech investiga el uso de residuos de bellota para crear materiales de construcción

Una startup acelerada en la Incubadora de Alta Tecnología Córdoba Biotech del Imdeec está investigando el empleo de las cáscaras procedentes del fruto de la encina para fabricar tableros de conglomerado para el sector de la construcción. Se trata de DeBellota, cuyo responsable, el ingeniero forestal Javier San Martín, ha abierto una nueva línea de trabajo para la creación de nuevos materiales no contaminantes, “ya que la industria de la construcción es responsable de más del 60 por ciento de las emisiones de CO2 a escala global”, ha indicado.

En estos momentos, y tras cursar un Máster en Biología Vegetal Aplicada y otro en Geomática Forestal, San Martín se dedica a la fabricación de harina de bellota: un producto que distribuye a empresas de panadería y restaurantes gourmet. “En contra de lo que puede parecer, la harina de bellota no es amarga, sino dulce, porque tiene un 7,8 por ciento de azúcares naturalmente presentes. Por eso, su uso en artículos de panadería y repostería es muy interesante y da un sabor muy particular”, ha comentado.

Antes de lanzarse a emprender y crear su empresa, Javier San Martín ha pasado ocho años investigando sobre plantas comestibles, “leyendo y entrevistando a personas mayores acerca de un alimento cuyo consumo se ha perdido de una generación a otra, pero que está lleno de propiedades saludables y queremos recuperar”.

Como ha explicado, la bellota de encina “tiene una gran diversidad de compuestos fenólicos que reducen la oxidación y el envejecimiento celular; grasas de alta calidad, con un perfil lipídico similar al del aceite de oliva, y fibra soluble. De hecho, en proporción la bellota tiene el doble de fibra que un cereal integral, que, además de generar saciedad, mantiene la microbiota intestinal”. Otro aspecto importante es que “la harina de bellota es apta para el consumo por parte de personas con celiaquía”, ha añadido.

Para elaborar sus harinas, con las que ya se hornean ragañás o panes especiales y que vende a través de la web www.saboresdebellota.com, esta startup se encarga de todo el proceso: “Adquirimos bellotas en los municipios de la provincia, las cosechamos, secamos y pelamos con una máquina especial, que hemos diseñado y fabricado a medida trabajando con torneros de Córdoba y Almería”, ha narrado. Además, han abierto una nueva línea de investigación, para aprovechar las cáscaras y residuos de este fruto.

“Las cáscaras de bellota tienen muchas propiedades. Además de ser antibacteriana y antivíricas, tiene taninos, que son moléculas ultracomplejas que se pueden usar como aglomerante natural. Aplicando calor, podemos prensarlas y fabricar bioproductos, en este caso, tableros para el sector de la construcción sin necesidad de añadir resinas sintéticas, evitando utilizar compuestos químicos como los formaldehídos, que no se degradan y contaminan nuestros territorios y nuestra salud”, ha detallado Javier.

Para acompañarle en este camino, Javier San Martín cuenta con el respaldo del Instituto Municipal de Desarrollo Económico a través de su incubadora Córdoba Biotech. En este centro, participa en un programa gratuito de aceleración y mentorización, y recibe formación en habilidades emprendedoras. “En la bioincubadora me están ayudando en este proceso de profesionalizarme y convertirme en empresario”, ha asegurado.

En este sentido, la teniente de alcalde de Economía y Empleo y presidenta del Imdeec, Blanca Torrent, ha recordado que en Córdoba Biotech “estamos impulsando la puesta en marcha de empresas biotecnológicas altamente competitivas, a través de un nuevo ecosistema de apoyo al emprendimiento local”. Como ha destacado, “una de las principales barreras para el crecimiento de startups y empresas tecnológicas son las altas inversiones que precisan para laboratorios y equipamientos. Con esta infraestructura, que se engloba dentro de la Red de Emprendimiento del Instituto municipal, ponemos a disposición de los investigadores un programa de apoyo, espacios y laboratorios gratuitos para hacer frente a este problema, y les ayudamos a adquirir una serie de habilidades que les ayudarán a ser rentables y a sobrevivir en el mercado”.

En estos momentos, Córdoba Biotech está acelerando 36 startups e iniciativas emprendedoras basadas en la I+D+i, con un alto potencial de crecimiento y proyección. En ellas trabajan más de 85 personas, incluidos doctores en Biología, Bioquímica o Física; ingenieros agrónomos, informáticos, industriales o de telecomunicaciones; y personal contable, de laboratorio o diseño gráfico. “Gracias al trabajo desarrollado por personas como Javier San Martín, seguimos innovando en los sectores sanitario, agroalimentario y medioambiental, impulsando la creación de empleo de alta cualificación, y atrayendo y reteniendo el talento”, ha concluido Torrent.

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